SUPERSORDO: El Agua Bajo el Puente | |||||||||||||||||||
Texto:Carla Arias Lejos del silencio, el fin de Supersordo implicó la formación de nuevos grupos que aclararon las aguas de las influencias que tuvo la banda durante su carrera , reafirmando la calidad que en sus respectivos instrumentos han demostrado sus músicos. Si bien en el caso de Comegato su trabajo junto a Yajaira comenzó de forma paralela a la etapa final de los Sordos, para Jorge y Katafú la inactividad se prolongó por un tiempo más extenso. Un caso distinto es el de Claudio, a quien motivos personales lo llevaron hacia el final a radicarse en Valdivia, borrando la pista de los proyectos musicales emprendidos después de la disolución de Supersordo. CANCER AGENCIA CHILENA DEL ESPACIO YAJAIRA
El cierre de la etapa Supersordo levantó el silencio como un muro entre sus integrantes. Sin embargo, ese silencio duró sólo hasta que los intereses acercaron a Jorge y Katafú nuevamente. "Había pasado casi un año sin tocar", explica el baterista. "Con el Katafú igual pasó un intervalo desde el rompimiento que nunca más se habló con nadie, pero después como que nos juntamos de nuevo y dijimos ya, hagamos algo. A mí me gustaba harto June of 44, estaba tocando batería solo y propuse a Julio (Cortés, gestor y ex bajista de Disturbio Menor) como otro integrante. Lo encontraba como más interesante. Nos comenzamos a juntar de un modo más o menos constante... los domingo en la mañana. Sacamos no sé cuántos temas, ¿doce?". Los vínculos con Julio se habían iniciado justo en la época final de los Sordos. "A Julio lo conocí el mismo verano que se acabó Supersordo", relata Katafú. "Yo no tenía ni casa ni comida y un día un amigo de Valparaíso me mandó unos víveres con Julio y ahí nos empezamos a curar. Yo a este hueón lo cachaba, había visto a su grupo Disturbio Menor varias veces y lo encontraba interesante (...). Como que yo quería al tiro hacer otro grupo. No quería dejar pasar la vieja, porque pensaba que si no iba a ser un frustrado e'mierda toda mi vida. Entonces un día llamo a Giorgio y le digo ya poh, juntémonos a tocar, y me dice ¿te parece si llamai a Julio?, que le parecía un tipo cool. Y nos juntamos a ensayar y estuvo todo bien". "Yo me extrañé montones porque pensé que como eran más loquitos. Decían que mi estilo era muy primitivo", indica por su parte el bajista, quien por ese entonces trataba de acostumbrar al público de Disturbio Menor a los temas instrumentales creados tras la partida de su vocalista. "Pero nadie compró mucho la idea de un grupo sin vocalista", recuerda. Fue entonces que dos de sus integrantes se dedicaron completamente a Donfango, mientras Julio entró en un receso. Su reunión con Jorge y Katafú fue el germen de Niño Símbolo, grupo que llegó para paliar el vacío que la desaparición de Supersordo significó para dos de sus integrantes. "Sentía que había perdido un miembro, como minusválido, cojo de hecho", recuerda Katafú. "Pasaron muchos meses y yo creo que por eso se me ocurrió un día llamar al Giorgio, que era con quien al final yo tenía más onda de los cuatro (...) Giorgio lo planteó primero y dijo juntémonos a tocar como quien se junta a jugar dominó. Entonces la cosa empezó a agarrar cierta periodicidad. Nos juntábamos en su casa, hasta que un día cachamos que había una sala de ensayos, y nos fuimos ahí. La persona a cargo de la sala de ensayo embaló y cierto día está el proyecto de Radio Beethoven. Y tuvimos la suerte de que grabamos y nos salió bien, gratis y en condiciones que eran simples, pero buenas". De esta forma, el guitarrista resume una historia que tuvo un final abrupto, pero que dejó como registro el cassette "La Ley del Hielo", una grabación hecha por Sergio Díaz para una de las sesiones del programa "Interfase" de Radio Beethoven de la cual se hicieron 50 copias distribuidas bajo el sello Masapunk Records. Este trabajo póstumo salió a la luz un par de meses después de que Jorge decidiera poner punto final a Niño Símbolo y embarcarse en un proyecto solista.
Un tiempo despúes de formar Niño Símbolo, Jorge se dio cuenta que estaba aburrido de tocar batería. "En el verano viajé a Inglaterra y como que me imbuí -aunque ya estaba metido- por toda la electrónica, los tornamesas y quedé impactado. Llegué de vuelta y encontré muy fome sentarme a tocar con las baquetas", dice. Es esa percepción la que lo llevó a dedicarse totalmente a Cáncer, un proyecto electrónico que ha recorrido diversos ambientes, desde calmas atmósferas hasta sonidos enajenantes y reiterativos, y que ya cuenta con cuatro autoproducciones (una de ella de remezclas), además de su participación en los álbumes "Pulsos" y "13". El más reciente de estos trabajos apareció sólo hace algunas semanas y se titula "Autómata", e incluye trece temas de los cuales la mitad son nuevos y lo restante corresponde a grabaciones de los cassettes anteriormente editados. "Comparado con el "13", que lo considero bien oscuro, este es un poco más melódico", dice Jorge Cortés de su nuevo disco. "Los ritmos son más quebrados, breakbeat o drum'n bass". Jorge dice que su interés por la electrónica venía de tiempos de Supersordo. "Con el Claudio escuchábamos otras cosas. Katafú y Comegato eran como más puristas", explica. Quizás eso mismo lo llevó, casi por casualidad, a formar parte de una escena de tintes experimentales que él llama "la movida Pulsos", en alusión a los nombres que aparecen en ese disco y que reúne temas del propio Cáncer, L.E.M, Congelador, Hombre De La Atlántida y SK-30. Y pese a que continuó trabajando con Niño Símbolo, su interés por el rock fue decreciendo hasta que se cansó. En palabras de Katafú, "le empezó a dar la misma paja que tenía en Supersordo al final (...). Yo creo que para Giorgio, el rock sigue siendo una hueá vulgar, sobre todo en Santiago. O sea, hasta hoy no me explico por qué quiso volver a jugar dominó con nosotros, siendo que la hueá pintaba para hacerlo súper tranquilamente: con nuestros propios medios, sin tener que ir a pedirle favores a los Fiskales (Ad-hok) ni tener que estar esperando cinco horas pa' que nos vinieran a buscar para un recital. Todas esas cosas que lo habían hecho sufrir en la etapa anterior, ahora no estaban". -¿Te apestó la movida del rock? "No la movida, sino el hecho de tocar y el sonido ése", reconoce Jorge. "Como que ya al momento de improvisar y de hacer temas no estaba inspirado". -¿Y crees que Cáncer y Niño Símbolo eran excluyentes, que nos los podrías haber compatibilizado? ¿O no te interesa? "No me interesa". -Pero, ¿no te dan ganas de pescar las baquetas? "Sí, si en mi casa tengo armada la batería y toco casi todos los días. Es una cosa más como tener el piano y tocar, como la abuelita que toca el piano".
La repentina decisión de Giorgio dejó nuevamente en suspenso el trabajo de Katafú y Julio. Niño Símbolo no continuaría en ausencia del baterista, y los temas que entonces eran sólo ideas en sus cabezas tomaron un rumbo totalmente distinto cuando decidieron intentar una nueva formación con un viejo conocido en la batería. De esta forma, Joselo (ex miembro de Negativo 55, proyecto donde tocaba Coyote y Gongrup de Insurgentes) apuesta por aventurarse en ese nuevo proyecto que es bautizado como Agencia Chilena del Espacio, haciendo caso omiso a su inexperiencia con el instrumento que hasta ese momento sólo manejaba como hobby. Tal vez haya sido eso lo que definió las diferencias en el sonido respecto de lo hecho en Niño Símbolo, las que quedaron de manifiesto desde un principio. "Según nuestro fan número uno, Pablo Koala (dueño de la sala en que Agencia ensayaba), el material es más sicodélico y el anterior era más sentimental", explica Julio. "Es distinto, es distinto", afirma Katafú. "Puede ser cierto eso de que sea más sicodélico". Y aunque la breve historia de Agencia Chilena del Espacio no permita hablar con demasiada propiedad de un estilo, lo cierto es que su inspiración basó sus fundamentos en la autogestión y en un principio de independencia que, en esencia, tiene puntos en común con el punk. "Yo aprendí tocando solo, tratando de tocar al mismo tiempo que los discos", señala Julio. "No considero tener ninguna virtud técnica ni nada, y no me interesan los medios oficiales de circulación de la música como producto, como mercancía. Entonces, en ese sentido, lo que hacemos sí sería punk. Pero si no, bien también". "Yo opino lo mismo", agrega Katafú. "O sea, siempre odié la etiqueta de punk y odié como las leyes de la hueá, pero de repente me pillo haciendo las carátulas cortándolas con tip top ahí en la pieza, y de repente pegando unos afiches por aquí y por allá, hasta que de repente, de cierta forma, todo coincide con la generalidad de lo que puede llamarse punk. Pero como estilo musical, creo que hay que ir más allá (...). De repente rescatar lo básico, que es la autogestión, la independencia y el llegar y tocar. Y rescatar la amistad en la hueá, la amistad entre la gente con la que tocas y la amistad con le gente pa' la que tocas también. Y eso ha sido dejada de lado un poco". Agencia Chilena del Espacio sólo alcanzó a presentarse un par de veces en algunos locales capitalinos, sin que llegaran a registrar los temas que en su corta vida concibieron.
Un caso distinto es el de Yajaira, la banda formada por el ex -Supersordo Comegato en el bajo, además de Samuel Maqueira (ex Jusolis) en guitarra, Sebastián (de Pánico) en batería y Piri (ex R.E.O.) también en guitarra. Con un trabajo homónimo circulando en formato de cassette por Toxic Records y en cedé de forma totalmente independiente, esta agrupación se abocó desde sus inicios por allá por 1995 a cultivar una música con marcadas influencias de Black Sabbath y Led Zeppelin. Referentes que se han ampliado gracias a una instrumentación lenta que privilegia el sonido crudo y pegado, lo que los ha puesto en la línea de lo que actualmente en Estados Unidos se conoce como escena "stoner". "¿Cómo stoner?", pregunta Sebastián. Y antes de cualquier explicación Comegato responde "... volados. Stoner es como volado". "Yo creo que si es así, igual está bien (que los incluyan)" apunta Samuel, provocando las risas de todos. Lo cierto es que, más allá de las etiquetas, Yajaira optó hace rato por un sonido ligado al hard-rock de los setenta, con todos los matices que son capaces de generar y que pusieron de manifiesto en su debut discográfico, grabado en el estudio Hit por Rodrigo Barrientos (Políticos Muertos) y que apareció este año luego de una tediosa y complicada espera. Una grabación realizada cuando aún eran trío (Piri se integró más tarde) y que se mantuvo aproximadamente doce meses enfrentando los más diversos problemas que culminaron con el alejamiento definitivo del grupo de la que hasta hace unos meses fue su casa disquera: Toxic, el sello de Francisco Escobar que se hizo cargo de la edición en cinta de "Yajaira". "En realidad fue súper mula la pasada por Toxic porque nos perjudicó un montón. Nos atrasó un año, se demoró un año en sacar un cassette (...). Lo que nos prometieron, el acuerdo fue otra cosa, entonces no se podía seguir así. Por eso ahora preferimos trabajar en forma independiente", señala Comegato argumentando la opción del grupo de reproducir en cedé y por sus propios medios ese trabajo, de cuyas ventas -y por ende de sus ganancias- nada han sabido. -A la luz de la experiencia con Toxic, ¿cómo evalúan el trabajo independiente en Chile, con todas las limitantes económicas que existen? ¿Creen que pueden seguir un camino independiente? Comegato: "Por el momento, sí. Yo puedo hablar por la experiencia de nosotros y Sebastián también tiene su trabajo con Pánico, que creo se ha hecho bastante bien. Creo que, a estas alturas, ya no es necesario, por lo menos para lograr tener tu disco, estar con un sello. Tienes muchas otras posibilidades de difundir tu música. Yo creo que los sellos están quedando cada vez más obsoletos. Si quieres difundir tu música a nivel internacional, hay otras formas de moverte". Sebastián: "Cada vez es más fácil poder grabar. Cada vez es más barato. Igual hay que juntar la plata que es en lo que más te puedes demorar". Y en eso están, mientras afinan los detalles de los diez temas que ya tienen armados y que pretenden registrar en noviembre para conseguir editar algo antes de que termine el siglo. -Y en términos del resultado musical que consiguieron con "Yajaira", ¿qué piensan ahora de eso, mirándolo con mucha más perspectiva? Comegato: "Igual ahí hay canciones que reflejan toda la primera parte del grupo, desde que nos juntamos. Son cuatro años que esos temas los agarramos, los transformamos, los fuimos cambiando. Nos aplicamos harto, tanto en los temas mismos como en el sonido que logramos. Quedé súper satisfecho con ese resultado. Ahora, ya estamos pensando en otro disco, con la mente en eso en este minuto. Lo anterior ya quedó atrás y nos gusta ene". -En términos del cambio en el sonido, ¿ustedes creen que en ese sentido influyó mucho la entrada de Piri a la banda? Bueno, en el peso en vivo se nota, pero respecto de lo que empezaron haciendo en relación a lo que están haciendo ahora... Comegato: "De todas maneras. Siempre va evolucionando, ésa es la idea yo creo, que la música se vaya transformando; no sé dónde nos irá a llevar, en qué iremos a terminar". Samuel: "Claro, hay mucho juego con las guitarras, está más atmosférica la música ahora". Comegato: "Incluso yo creo que hasta se ha simplificado en vez de complicarse, porque muchas veces cuando entra otra guitarra a una banda, como que se complica. Hemos trabajado más lo de bases, sonidos sobre esas bases...". Sebastián: "Igual nos hemos acoplado al sonido de otra guitarra, y lo entretenido es que el Piri también ha cambiado su manera de tocar, entonces hay una interacción". -¿Qué diferencias creen que existen entre lo que están haciendo ahora y lo mostraron en el debut? Samuel: "Estamos buscando otras cosas: ritmos reggae, funk. Tratando de adaptar la música que hacemos nosotros recibiendo hartas influencias, tocar lo que nos gusta". Comegato: "Claro. Si grabamos, el disco va a ser diferente. Es una evolución. Tampoco es una evolución forzada, no nos vamos a volver agro-metal". -¿Se han propuesto alguna vez una idea que marque la evolución de lo que están haciendo? Porque si bien el cassette que tienen ustedes es súper redondo, puede caer en límites establecidos en términos de cómo tiene que sonar. ¿Se han cuestionado esa parte? Comegato: "Es que yo creo que cuando fuimos a hacer ese disco teníamos re-claro lo que queríamos". Sebastián: "Pero ahora yo creo que va a sonar totalmente distinto. Igual vamos a seguir manteniendo esa idea, pero variando los sonidos de las guitarras. Y es que también depende de dónde lo grabes. Es muy limitado. El estudio allá era muy chiquito...". Comegato: "No nos permitía desarrollar algo más, pero lo que conseguimos yo creo que fue súper bueno tomando en cuenta las máquinas de las que disponíamos, les sacamos el jugo". Sin embargo, y pese a todas esas limitantes, Yajaira continúa trabajando sobre el principio de la autogestión que probablemente sea la señal más identificable que surgió de la historia de Supersordo que ha sido la herencia tanto para las bandas que derivaron de su disolución como para aquellos nuevos grupos que la tienen como parámetro. |
|