El mundo rockero de Eduardo Gatti | |||||||||||||||
Mucho más que el hombre de "Los momentos", este cantautor ha
atravesado al menos tres décadas de la canción popular chilena.
Desde Apparition hasta ahora, la vocación de Gatti se ha inspirado
en el rock de un modo quizás nunca bien ponderado por sus
seguidores.
Eduardo Gatti puede hoy, en estas primeras semanas del año 2000, ver con más claridad que nunca el rostro de la Historia. Los últimos meses del año pasado estuvieron marcados por la reivindicación masiva de su legado como pionero de la música nacional. A fines de agosto cumplió 50 años, y esa celebración sirvió como el pretexto perfecto para revisar los diferentes hitos de su carrera, iniciada hace más de tres décadas, en un evento realizado en el teatro Teletón. Quizás el aspecto más llamativo para quienes sólo conocían a Gatti como un pasivo cantautor de baladas acústicas fue su repaso del repertorio de Aparittion y Blops, dos grupos trazados por el rock de los cuales formó parte entre 1967 y 1974. Esos viejos discos de vinilo son sumamente difíciles de encontrar hoy. Para peor, no hay reediciones de ese material para que sea conocido por las nuevas generaciones, pese a representar uno de los vuelos creativos más interesantes y emotivos que se hayan registrado en Chile. En una conversación sostenida hace cerca de un año -y que recién ve la luz-, Gatti da cuenta de su temprana e inacabable pasión por las melodías, los ritmos y la poesía. -Eres conocido como un hombre de guitarra. Sin embargo tengo entendido que primero estudiaste piano e incluso tocaste acordeón. "Claro, siempre tuve sensibilidad por la música. Me llamaba la atención desde muy chico y a los nueve años tomé clases de acordeón. Después tuve algunos estudios de piano pero me desmotivé rápidamente porque las profesoras eran muy "vieja escuela". Te pegaban con una regla si te equivocabas. Seguí tocando piano como hobby hasta los 14 años, cuando me empezó a llamar la atención la guitarra. Tenía un amigo que estudiaba guitarra clásica y me impresionó lo que podía lograrse. Ahí me decidí". -¿Y respecto a lo que escuchabas? Sé que la música que se escuchaba en tu casa fue de cierta importancia, baladas... "Las dos influencias más fuertes que tuve fueron bien distintas. Una fue mi abuela, que había sido concertista en piano, y a través de ella enganché con lo clásico. La otra fue la típica nana con su radio. Escuchaba música mexicana y me terminó llamando la atención. No todo, pero algunas baladas me parecían preciosas, particularmente Cuco Sánchez. Esto fue importante hasta los 14 años, con toda la cosa inglesa de los Beatles y los (Rolling) Stones. Allí sencillamente la cuestión se desparramó". "Bueno, los Rolling Stones eran los número uno, número dos y número tres. Siempre me han gustado, especialmente la etapa de "Aftermath" y "Between de Buttons". Y la otra influencia fuerte fue Eric Clapton y Cream. De Chile, el "Fictions" de los Vidrios Quebrados. Para mí fue lo mejor que me tocó escuchar en ese tiempo, pese a que el disco no les hace plena justicia. Seguramente fue un disco grabado a la rápida como todos los discos en ese tiempo. En todo caso, en vivo eran toda una experiencia. Y a Héctor Sepúlveda siempre lo he admirado". -¿Y Dylan? "Fue fundamental. Lo escuché por primera vez en 1964 y la verdad es que de ahí para adelante nunca dejé de tener los discos de él. Temas como "Masters of War", "Mr. Tambourine Man" o "Hard Rain's Gonna Fall", una canción que me mató. Como LP el "Freewheelin'". En fin, toda su época del '64 a 1969". -¿Alguna influencia literaria? "Sí, he leído mucho. Agradezco que no había televisión cuando niño. Entonces uno tenía que crear su propio mundo. Eso me pasó con Salgari, de quien leí toda su obra. Julio Verne, "Los Versos del Capitán" de Pablo Neruda. Hoy leo más bien ensayos. Cosas de Carl Gustav Jung y poesía de Rilke". CUANDO GATTI ERA DIOS: LOS APPARITTION -Desde ese punto, ¿cómo empieza a gestarse en ti la idea de formar los Apparittion? "Empecé formando grupos en el colegio, teníamos un grupo que se llamaba The Clouds con el que tocábamos en el colegio, en fiestas para los amigos y eso me dio cierta experiencia de lo que era trabajar en un grupo". -¿Tenían alguna facilidad para conseguir los instrumentos o estaban igual que el resto de los grupos? "Para nada, tocábamos con unos tarros. Tarros de guitarras, tarros de amplificadores. Eran más estufas que amplificadores. Porque en ese tiempo importar era carísimo, prácticamente imposible. Entonces, mi primera guitarra eléctrica se la compré a un contrabandista. Era un personaje tremendamente importante, tenía cierta categoría. Pasaba los sábados con un par de maletas por las casas vendiendo ropa de nylon para las mujeres, corbatas, perfumes y colonias. Todas esas cosas que no había. A él le encargué una guitarra. Después, con el contrato que firmamos con RCA compramos mejor equipamiento". -Con los Apparittion grabaste tres singles. Su sonido a parecer no reflejaba de manera muy fiel la realidad en vivo del grupo, que era más crudo y rockero. Incluso a ti te decían el Clapton chileno... "Sí, había algo de eso (haciéndose cargo del halago). Bueno, el grupo manejaba un repertorio que no era exclusivo de canciones nuestras. De hecho, en un single grabamos una de Bob Dylan. Por las limitaciones que habían en las grabaciones sonaban prácticamente igual que si hubiéramos tocado en vivo. Pero eso era en lo referente a esas canciones que se grabaron. Ya cuando entrábamos al repertorio de los Rolling Stones o de Cream era mucho más contundente, "con tutti"". -Dentro de esos singles grabaron la primera versión en castellano de "When a Man Loves a Woman". ¿Fue el punto más alto del grupo en nivel de suceso? "Sí, ese fue el tema que nos lanzó a la fama. Estábamos en los primeros lugares de los rankings, en la revista Ritmo, le abrimos un recital a José Alfredo Fuentes - que en ese tiempo era un verdadero ídolo - y tocamos en los escenarios más importantes. De repente salíamos de los recitales con las camisas hechas pedazos". -Dentro de la mitología, se dice que los Apparittions se disolvieron cuando estaban grabando un LP. (Su respuesta tarda) "No, los Apparittions se disolvieron por la razones que se disuelven muchos grupos de gente muy joven. Hay que pensar que, en ese momento, tenía 19 años y el resto andaba por la misma edad. Lo que sucedió es que llegó el momento de la decisión. Estudias una profesión o no la estudias, te dedicas a la música o no. Ese fue un conflicto que tuvieron varios integrantes del grupo, de hecho había algunos que estaban estudiando Arquitectura e Ingeniería y, a medida que pasaba el tiempo, se les exigía más. Y eso hizo que se vieran forzados a optar. Pero no hubo un conflicto, los Apparittion no se disolvieron en una pelea". -Mientras ellos estudiaban carreras tradicionales, tu estabas en el conservatorio. "Antes, hice todos mis estudios de guitarra clásica, que fueron cinco años. Después mi profesor, don Arturo González, se fue a Venezuela. Luego entré a estudiar Pedagogía Musical en la Universidad Católica. Me cargó, me aburrí enormemente. Después de eso entré al Conservatorio a Composición. Cursé tres años pero también me salí". APPARITTION (singles) -"Esa Niña / Balada para una Dama Triste" BLOPS: "HABIA UNA FLUIDEZ QUE NO LA SENTÍ NUNCA MÁS" -Antes de integrar los Blops haces un viaje a Europa en barco. "Sí, me fui trabajando en un salitrero. Ahí vino el gran cambio en mi vida. De partida, estuve a punto de ser marino. Me enamoré del mar perdidamente, además que me di cuenta que tenía alma de marino, porque nunca me mareé ni sufrí ninguna de esas cosas. Tuvimos tormentas y la verdad es que me fascinó esa vida. La tripulación quería que me quedara con ellos. Era un barco británico y me ofrecían estudiar en Inglaterra para volver al barco en tres meses. Bueno, la música primó. De ahí me fui a París seis meses y me di cuenta. Ahí dije "que cresta estoy haciendo acá, yo debiera estar en Chile haciendo lo mío"". "Por otro lado, yo había sido marcado muy fuerte por Violeta Parra. Me tocó verla en vivo varias veces en la Peña de los Parra, cuando tenía catorce años. En Europa se me hizo muy fuerte la imagen de ella. Le escribí a Juan Pablo Orrego para decirle que quería volver y me respondió que me estaban esperando con los brazos abiertos. Así que me compré algunos equipos y me vine a Chile". -¿Y es ahí donde surge Blops? "No, de antes. Mira, lo que pasa es que se tiene entendido que yo formé los Blops. Eso no es así. Existían desde 1966 y coexistían con los Vidrios Quebrados y los Apparittion. Ellos eran una banda de covers cargada a los Doors. Yo me integré al disolverse los Apparittion, vale decir en 1970, cuando estaban cansados de hacer temas en inglés y yo también venía de vuelta. Ya había compuesto "Los Momentos", venía con otra visión de lo que quería hacer". -¿Cuál era la intención detrás del particular sonido Blops? "No fue una cosa intelectual. Fue como que de repente explotó en mí el hacer letras en castellano, cantar lo que estaba sintiendo en ese momento, y se dio una alquimia que fue única. Cuando hacíamos improvisaciones -de las que desgraciadamente no hay grabaciones- tanto en vivo como en ensayos, era tal el oficio que habíamos desarrollado que ya ni siquiera nos mirábamos para cambiar un acorde. Absolutamente intuitivo. Había una fluidez que era realmente exquisita que, tengo que decirlo, no la sentí nunca más". -Las letras de los Blops siempre estuvieron ligadas a algo intimista. ¿Había una intención de universalizar esos sentimientos? "El mensaje más amplio que estábamos llevando -y eso lo tuvimos muy claro- iba alrededor de la idea de cambio. En ese momento se hablaba mucho de los tiempos de cambio, de la "revolución en libertad", pero nosotros internamente sabíamos que ningún cambio es válido si no cambia la persona. Las estructuras se pueden variar e incluso eliminar, pero si la gente no cambia es imposible, es una ilusión. Eso produjo molestia en mucha gente". -La admiración por Violeta Parra los acercó a la gente de la Nueva Canción Chilena quienes, sin embargo, tenían resquemor con el rock. "Bueno, en ese tiempo había que romper una serie de prejuicios. El hecho de tocar guitarra eléctrica era considerado imperialista o, como le pasó a Dylan, el símbolo de entregarse a un sistema superficial. Pero, por suerte, contamos con dos personas que eran fundamentales en la Nueva Canción y que eran dos personas cultas: Víctor Jara y Angel Parra. Y con esos dos puntales los comentarios sobraban. Víctor nos apoyó siempre. Decía que los Blops eran como un pequeño tesorito". -¿Ese es el conducto por el cual se acercan al sello discográfico Dicap, del Partido Comunista? "Exactamente. Dicap fue el único sello que nos quiso grabar en ese tiempo. El resto nos encontraba muy hippies. Así, quedamos en el medio: entre el rock y la Nueva Canción chilena". -¿Se sentían muy ligados a los acontecimientos de cambio mundiales? "Mira, nos pasó lo que le pasó a mucha gente. Cuando empezó el gobierno de Salvador Allende todos vimos con mucho entusiasmo la oportunidad de democracia y solidaridad. De hecho, tocamos cuando salió elegido Allende en uno de los tantos escenarios que había. Pero, al ir pasando el tiempo, nos dimos cuenta de que si no pertenecías al Partido Comunista o al Socialista no tenías mucho que hacer. Llegó un momento en que tuvimos un enfrentamiento con la gente del PC porque nos condicionaban la traída de equipos a que nos inscribiéramos en el partido. Ese fue el punto de quiebre. Les dijimos que no aceptábamos esas condiciones y les dimos la espalda. No quisimos saber más. Fue un poco agridulce, pero es cierto que nos parecía interesante el planteamiento de Allende, no el de los partidos. Fue interesante sobre todo en su primer momento". -La ideología hippie debe haberlos tocado de cerca. "Indudablemente. Nosotros vivíamos en comunidad y eso es algo muy de la época. Pero, la gran diferencia con el estereotipo del hippie es que nosotros éramos tremendamente trabajadores y responsables. Ensayábamos ocho horas, nos levantábamos a las 7 de la mañana con ducha fría en invierno y verano, ejercicios, meditación, ensayos, almuerzo. Todo absolutamente planificado, salvo los fines de semana. Era muy fuerte la disciplina de los Blops. Una verdadera escuela". -¿Y cómo veía el entorno social este estilo de vida poco convencional y asociado a muchos prejuicios? "En general, inspiró mucho respeto porque lo que ellos pensaban que iba a ser otra comunidad hippie -que de lo único que se trataba era de fumar hierba o andar al lote- terminó siendo una vida muy consecuente que la estábamos llevando muy bien. Tanto así que había adultos que siempre decían que les habría encantado vivir como nosotros. Teníamos a cargo tres niños, entonces no era broma vivir así". TU SILUETA VA CAMINANDO CON EL ALMA TRISTE Y DORMIDA -¿Cómo se gesta el primer disco? "En el Ciclotrón de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Chile, una instalación atómica. Ahí nosotros ensayábamos en las noches. Juan Pablo Orrego y Juan Contreras estudiaban Ciencias, así consiguieron una sala. Era bien divertido porque ensayábamos en este lugar absolutamente tecnológico e íbamos a dar una vuelta al Ciclotrón para inspirarnos. No sé qué locura era esa. Una paradoja. La cosa es que allí surgieron temas como "Campos Verdes", representativos del sonido Blops". -Hay dos versiones sobre el tema "Los Momentos", sin dudas tu composición más recordada. La primera señala que fue resultado de un trabajo arduo e hiperconciente. La otra dice que fue incluida en el disco a último minuto y que fue hecha a la rápida... "La música la hice en París y fue la primera canción que puedo decir era mía, o sea, que ya no estaba tratando de tocar como Keith Richards o Eric Clapton. Cuando volví a Chile para integrarme con los Blops, como seis meses después hice la letra. Y la hice de una. Incluso en esa estrofa que se escucha "la la la", como tarareando, yo pensaba incluir otra estrofa. Pero al final decidí que estaba tan redonda la canción que era mejor no hacerlo". "Cuando estábamos grabando el primer LP no pensaba incluirla. No sabía si estaba bien desarrollada. Y lo que pasó es que faltó tiempo en un lado del disco, y los discos de vinilo tenían que tener más o menos el mismo tiempo por los dos lados. El ingeniero nos pidió otro tema y le dije que tenía "Los Momentos". La ensayamos enseguida con una niña que era novia de Felipe Orrego - que estaba sacando fotografías- y la hicimos cantar. El tema lo grabamos en no más de 20 minutos". -¿Tuvo una repercusión inmediata o fue creciendo con el tiempo? "El tema no creció tanto por el disco, sino que la gente se la empezó a aprender. Y empezó a pasar de boca en boca. Cuando el año 1978 hicimos una reedición de "Los Momentos", el tema era absolutamente conocido siendo que difusión radial había tenido muy poca". DEL VOLAR DE LAS PALOMAS "Angel Parra siempre nos apreció, de hecho grabó nuestro segundo LP en su sello, él lo financió y lo produjo". -Hubo una relación musical con Victor Jara. "Grabamos dos temas con él: "El Derecho de Vivir en Paz" y "Abre la ventana". El venía a nuestros ensayos, conversaba con nosotros, yo lo visitaba a su casa también y tocamos con él en vivo un par de ocasiones. Hubiera sido muy probable que entrara de pleno en el campo del rock, porque Víctor era una persona abierta y de amplia cultura musical. Era amigo de Donovan". -La relación con Congreso y Los Jaivas... "Estrecha. De hecho tocábamos juntos muchas veces. Era como una trilogía, compartíamos equipos e incluso compartíamos alojamiento cuando a nosotros nos tocaba ir a Valparaíso o viceversa". LA LOCOMOTORA EXPERIMENTAL -¿Qué había detrás del difícil sonido de su último disco? "En ese momento rayaba con el disco "Machine Head" de Deep Purple, que creo es lo mejor que hicieron. También escuchaba a los Soft Machine y a Miles Davis - que en ese tiempo tuvo un acercamiento al rock- pese a que nunca he pretendido tocar jazz porque no es mi lenguaje. Y una serie de guitarristas, como John McLaghulin, que empezaron a tener influencia en nosotros". "Además, empezamos a usar bastante tecnología dentro de lo que se podía conseguir en esa época. En el disco hay proyectos de sintetizadores, los primeros que llegaron a América Latina, aunque en realidad eran nada más que osciladores de frecuencias que uno podía variar levemente". -La gente se sintió contrariada con ese disco. "En realidad, pasaron tantas cosas que pasó como otra locura más del país. El disco fue grabado en junio o julio de 1973 y salió unas semanas antes del golpe militar. Además, se editó cuando habíamos decidido en Buenos Aires que el grupo se terminaba". -¿Su cercanía con artistas del PC les trajo problemas serios? "Muchos amigos nuestros empezaron a ser perseguidos. Víctor Jara, nada menos. De hecho, varios del grupo se fueron de Chile a España y Estados Unidos. No exiliados, pero decidieron irse. En realidad, no estábamos inscritos en ningún partido político lo que nos dejaba un poco la vía libre. De todos modos hubo una serie de problemas y obviamente la imposibilidad absoluta de tocar una nota en alguna parte". -En 1978 se reagrupan... "Claro, pero éramos menos. Juan Pablo Orrego y yo. Más Jaime Labarca, que nunca había sido de los Blops, en percusiones. En el último LP, Julio Villalobos no participa. Se había retirado del grupo". -¿Cómo es la relación con Juan Pablo Orrego? "Nos vemos, cada diez días hablamos por teléfono. Una vez al mes almorzamos juntos. Sigue tocando, pero para él mismo. Es una pena porque, para mí, es el mejor bajista que hubo en Chile. Era demoledor. Y después, como compositor, sus temas son maravillosos. Yo entiendo que esté dedicado a lo que quiere, a lo que lo motiva, pero se le echa de menos".
BLOPS (LPs)
-"Blops" (1970) GATTI, THE CARS Y SMASHING PUMPKINS -Recientemente sacaste el disco "Cuéntale al Sol". Sigues tu línea habitual, pero incorporas la guitarra eléctrica con más protagonismo que en tus discos solistas anteriores. "Me sigue gustando el rock y la guitarra eléctrica. Y para este álbum pensé que era bueno mostrar esa faceta de los años '60, de lo que fueron los Apparittion, que había estado durmiendo un poco". -¿No has sentido la inquietud de incorporar elementos más contemporáneos o crees que ya llegaste a un punto en que tu sonido no necesita mayores modificaciones? "El grupo que más me ha gustado en el último tiempo es The Cars. Encuentro que lo que hacen es el descueve, me identifica plenamente. No así necesariamente Smashing Pumpkins, que tienen una canción realmente preciosa como "Tonight, Tonight", pero cuyo repertorio integral es de una pobreza melódica muy fuerte. Lo digo porque tengo todo lo de los Pumpkins y me dediqué a analizarlos. Lo que en el fondo me ha pasado es que he dejado de comprar música de ahora, por el hecho de que me doy cuenta que el 70% de los discos es relleno. Hay uno o dos temas que resumen todo. Me ha pasado con los Pearl Jam, con los Rage Against The Machine. Indudablemente estoy abierto a esas influencias, pero reconozco que me gustan más el blues, el rock y el pop de mayor riqueza melódica e instrumental. Y "Cuéntale al sol" está más basado en esto último". -Gozas de un bajo perfil. ¿Es producto de una decisión conciente? "Lo que pasa es que los sellos buscan el producto rápido, fácil, y que sea lo más masivo posible. Y mi música no entra mucho en ese esquema. Pese a que hay algunas tímidas difusiones en algunos medios en cierto modo tampoco me voy a seguir quebrando la cabeza por tratar de sonar en radio. Pero sería ideal. No voy a ser tan "lobo estepario" como para decir que no quiero que se escuchen mis canciones". -¿Qué te motiva a insistir en la música? "No me veo haciendo otra cosa. Me gusta tocar y me gustaría participar en más álbumes de otra gente, tocando guitarra, haciendo voces. Me enamoré de la música cuando niño y voy a seguir hasta que se acabe".
EDUARDO GATTI (LPs)
-"Eduardo Gatti" (1983) |
|